Los padres e hijos no siempre se unen por delicados lazos cordiales. Lo cierto es que a veces se priva a los menores del amor que precisan para madurar. Por eso se requiere fortalecer el compromiso familiar con la educacion afectiva, la primera y principal.
La inteligencia afectiva ilumina y canaliza adecuadamente el torrente emocional y el comportamiento. Debe recordarse que la organizacion del cerebro y la estructuracion de la personalidad acontecen gracias a la educacion que se recibe, en gran medida en la propia familia.
El amor, experiencia radical compleja y luminose en que confluyen numerosos sentiminetos, tehe la personalidad infantil.. "Nada tiene de sorprendente, que en el amor se condense la practica familiar de la inteligencia afectiva".
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